ISSN 2992-8346

Nota / reseña #1

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Inventarios de libros en el volumen 37 del Fondo Franciscano de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia

- Nota de archivo -

Lucero Pacheco Ávila [1]
Facultad de Estudios Superiores Acatlán (UNAM)
Septiembre 2024

Resumen: El volumen 37 del Fondo Franciscano de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia contiene una serie de inventarios del siglo XVII sobre las pertenencias en la hospedería, refectorio, cocina y librería de distintos conventos pertenecientes a la orden de San Francisco de Asís. En esta breve nota de archivo, nos abocaremos al rubro de “librería”, para valorar la importancia de las bibliotecas y para conocer los textos que nutrieron a los misioneros y que los ayudaron tanto a consolidar su instrucción religiosa y humanística, como a crear distintos textos donde reflejaron la compleja cultura del México novohispano.

Palabras clave: inventarios, volumen 37, bibliotecas franciscanas, librería, México novohispano.

Abstract: Volume 37 of the Franciscan Fund of the National Library of Anthropology and History contains a series of seventeenth-century inventories of the belongings in the hostelry, refectory, kitchen and library of different convents belonging to the order of Saint Francis of Assisi. In this brief archival note, we will focus on the category of “library”, to value the importance of libraries and to know the texts that nourished the missionaries and that helped them both to consolidate their religious and humanistic instruction, as well as to create different texts where they reflected the complex culture of New Spanish Mexico.

Keywords: inventories, volume 37, Franciscan libraries, library, New Spanish Mexico.


La mayoría de libros traídos a Nueva España fueron albergados o comprados para formar parte de las bibliotecas de los conventos de los distintos grupos misioneros (franciscano, dominico, agustino, jesuita, carmelita y mercedario), ya que sus integrantes necesitaban instruirse en distintas materias filosóficas, artísticas y teológicas, y así consolidar su formación humanista y clerical. [2]

De acuerdo con Elvia Carreño, “la orden religiosa con mayor número de bibliotecas fue la franciscana”.[3] Entre ellas, se puede nombrar la del Colegio Imperial de Santa Cruz de Tlatelolco; considerada por Miguel Mathes como “la primera de América” por ser la cuna para la investigación etnográfica, lingüística e histórica. Poseyó alrededor de “377 volúmenes, de 335 títulos”, muchos de los cuales estaban escritos en latín –la lengua del conocimiento universal, en ese entonces–, algunas en español y en otros idiomas, entre ellos el náhuatl.[4] Mathes realiza un catálogo acerca de las obras que resguardó dicho recinto, entre las cuales se anotan: Flores theologicarum questionum in quartum librum sententiarum (1585), de Josephus Angeles Valentino; Decem librum moraliu Aristotelis (1535), de Aristóteles; Quaestiones quarti voluminis scripti oxoniensis super sententias, (1580), de Joannes Duns Scotus; Diálogos de la verdad, de Pedro de Medina (1568); In evangelia per annum (1550), de Gerónimo de San Miguel; Angelici et divini doctoris sancti Thome de aqno ordinis pdicato: tertia ps (sic) sume in Theologica (1512), de Santo Thomas de Aquino; y las Introductiones in latinam grammaticen (1540), de Elio Antonio de Nebrija, [5] siendo esta última un escrito cumbre para la gramatización de varias lenguas indígenas y el modelo que la mayoría de los frailes novohispanos siguieron para la elaboración de sus artes de las lenguas mexicana, mixteco, entre otras.

Para subrayar más la relevancia de estas casas del saber y cómo a través de ellas se observa la cultura letrada que reinaba en el periodo colonial, consultamos el volumen 37 del Fondo Franciscano –albergado hoy en día en el Archivo Histórico de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia de México–.6 Francisco Morales lo ubica dentro del periodo del Barroco hispano-mexicano y precisa que…

Se trata de un grueso legajo con más de 460 folios que contiene el inventario de 81 conventos que en 1663 existían en la provincia del Santo Evangelio. El dato sorprendente de ese grueso documento es que todos esos conventos, excepto 14 pequeñas casas, tenían biblioteca.[7]

Como lo anota Morales, estos inventarios dan cuenta de las pertenencias de distintos conventos en cuanto a la librería, también en relación con la hospedería, barbería y cocina. Un ejemplo es el de San Antonio Tecomic (Milpa Alta, México), la cual atesoraba –entre muchos otros– los siguientes textos:[8]

Santoral de Zamora
Santoral de la Vega
Santoral de Marques sobre los psalmos
Santoral y adviento de Cabrera
Santoral de Salmeron
Instrucción c[hri]stiana
Adviento y quaresma de Serrano
Cuatro cuerpos predicables de Valderrama
Cuatro biblias
Facultades teológicas
Exercicios espirituales
Dialogos Matrimoniales
Chronicas de N[uest]ro P[adre] S[an]Fran[cis]co
Monarquía eclesiástica de Pineda
Vocabulario de Antt[oni]o
Vocabulario en una lengua estraña
Vocabulario eclesiastico
Doctrina [Cris]tiana
Arte de la lengua mexicana
Arte de Antt[oni]o
Apologia de Amor
Obidio
Chatecismo
Calendario
Confessionario mexicano
Un misal viejo
Una cartilla mexicana

Cabe mencionar que el acervo concentrado en el convento de San Luis de Huexutla estaba clasificado por secciones: libros espirituales, crónicas de la orden, libros de artes, santos padres y de gramática, y humanistas. Una organización similar se empleó dentro del registro de la biblioteca del convento de San Nonino de Tetzcoco (1663); en él se apuntaron obras espirituales, históricas, morales y canonistas, humanistas y varias. A continuación citamos el siguiente rubro: [9]

Humanistas

Calepino tres cuerpos
Platón
Plinio dos tomos
Balerio maximo
quintiliano dos tomos
Bocabularios de Ant[oni]o dos
Bocabulario Griego
Vocabularios eclesiásticos dos
Epistolas de Cicerón
Luis Vives
Gramm[tic]a Griega
Laurencio Bala dos tomos
Ant[oni]o de Nebrija dos artes y otro
Gramm[atic]a de Juan Sanches
Gramm[atic]as de Zamora
Obidio
Bocabularios mexicanos de Molina, 3

A partir de lo anterior, podemos constatar que, dentro de la sección de “humanistas” estaban catalogadas obras gramaticales, introducciones y vocabularios. Asimismo, es necesario subrayar que muchas eran las voces relevantes para la formación de los misioneros franciscanos, como el romano Marco Fabio Quintiliano (ca. 35-ca. 96 d. C.) o los renacentistas Lorenzo Valla[10] (1407-1457) y Luis Vives (1493-1540). Al respecto de Lorenzo Valla, Osorio Romero (1997) menciona que, de las Elegantie latinae linguae (1435-1444), “(…) a México llegaron dos ejemplares en 1576, la biblioteca del Convento de Acatlán, en 1604, las contaba en su acervo; en los años 1655 y 1660 las tiendas de la ciudad de México las tenían en venta en la BNM conservamos algunas ediciones”.[11] En relación con Luis Vives, destaca lo siguiente: “Si la presencia de Erasmo en las aulas coloniales fue frecuente, aún más constante resultó la de Luis Vives quien, incluso, tuvo la fortuna de que sus Exercitationes linguae latinae fueron impresas en 1554, por las prensas instaladas en el Nuevo Mundo”.12 Sin embargo, también es notoria la mención en este listado del Vocabulario en lengua castellana y mexicana, y mexicana y castellana (1551-1571), de Alonso de Molina, uno de los primeros franciscanos en aprender náhuatl dentro del Imperial Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco. Estos textos, junto con otros más, formaban parte de un “conjunto trocal de libros”, de acuerdo con Enrique González González y Víctor Rodríguez Gutiérrez, para la instrucción de los religiosos.[13]

Valga esta breve nota de archivo como una muestra de que estos inventarios de las librerías o bibliotecas franciscanas del siglo XVII son una fuente fidedigna para conocer la historia educativa de esta orden, las lecturas que llevaron a cabo sus miembros y las influencias que les permitieron reflejar la compleja cultura novohispana dentro de sus textos.

Referencias bibliográficas

Archivo
  • Fondo Franciscano. “Volumen 37”. Biblioteca del Museo acional de Bibliografía e Historia, INAH [Ciudad de México, México].
Estudios
  • Carreño Velázquez, Elvia. “Las bibliotecas antiguas de México”, en https://file.adabi.org.mx/recursos/publicaciones/articulos_especiales/libroAntiguo/libroAntiguo/bibliotecasAntiguas-Mexico.pdf
  • González González, Enrique y Gutiérrez Rodríguez, Víctor. “Libros en venta en el México de Sor Juana y de Sigüenza, 1655-1660”. En Carmen Castañeda (ed.). Del Autor al lector. I. Historia del libro en México. II. Historia del libro. México: CIESAS-Miguel Ángel Porrúa, 2002.
  • Mathes, Miguel. Santa Cruz de Tlatelolco: La primera biblioteca académica de las Américas. México: Secretaría de Relaciones Exteriores (Archivo diplomático, Cuarta época), 1982.
  • Morales, Francisco. “Cómo se formaron las bibliotecas franciscanas. Una mirada a través de la biblioteca franciscana de Cholula”. Congreso de Historia de la Ciencia. Gobierno de Canarias, 2009. https://fundacionorotava.org/media/web/files/page163__01_Francisco_Morales.pdf
  • Osorio Romero, Ignacio. Floresta de gramática, poética y retórica en Nueva España. México: UNAM-IIF (Cuadernos del Centro de Estudios Clásicos, 9), 1980.
  • Toribio Medina, José. La imprenta en México (1539-1821), no. 1. México: UNAM, 1989.
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